Hoy en día, el correo electrónico es una parte indispensable de los sistemas educativos y laborales. Es la principal herramienta para difusión de información; sin embargo, no siempre es necesario empaquetar a todos los receptores de un correo bajo la misma etiqueta. Estas etiquetas o clasificaciones son conocidas como las copias de carbón.
En principio, nos referimos a una copia de papel carbón al hablar del conocido “CC” que aparece justo al lado del espacio para colocar el o los destinatarios de correo. Aunque suele ser traducido como “Con Copia”, este término hace referencia a las copias obtenidas de las máquinas de escribir; por supuesto, aluden a las hojas de papel carbón que se colocaban debajo de las hojas originales, esto con la finalidad de que todo lo que se escribiera quedara fielmente copiado en el papel de carbón.
Las copias de carbón pueden ser útiles cuando se envía un correo pero es necesario tener un respaldo de la información para ciertas personas. El CC se caracteriza porque todos los destinatarios pueden ver quiénes reciben el correo, sea en CC o no, esto es algo que la CCO evita. Aunque estas siglas suelen ser traducidas como “Con Copia Oculta”, hace referencia a la misma copia de carbón que la primera, a excepción de un detalle.
¿Qué son las copias de carbón ocultas (CCO)?
La copia de carbón oculta (CCO) tiene las mismas funciones que una CC normal. Se encarga de hacer una copia fidedigna de todo el contenido de un correo enviado. Su principal diferencia con la CC es que esta copia queda completamente oculta ante los destinatarios del correo. Mientras un CC permite que todos los destinatarios vean a quiénes se está enviando el correo, y comunicarse entre ellos, la CCO elimina esta posibilidad. Ninguno de los destinatarios bajo la etiqueta de CCO pueden ser vistos, ni por los destinatarios regulares ni por aquellos que se encuentran en CCO.
Esto le proporciona, tanto al remitente como a los destinatarios, una seguridad con respecto a la información que se comparte. Además, les permite a los remitentes en CCO mantenerse en secreto y no involucrarse en la conversación principal. Al esconder los destinatarios requeridos, se puede evitar un ataque de phishing que pueda comprometer a cualquiera de los involucrados.
Sin duda alguna, tener copias de carbón, sean ocultas o no, puede ser de bastante utilidad. Desde la época de las máquinas de escribir, hasta la actualidad, es sabido que nunca está de más salvaguardar algunas copias y los dueños de estas. Sin importar el motivo de la clasificación de los destinatarios como CC o CCO, es una herramienta muy útil que vale la pena aprovechar.
